domingo, 20 de enero de 2013

La vida es algo tan efímera y tan larga que es una contradicción.
Cuando echamos la vista atrás, nos parece que acabamos de vivir éste u otro episodio que nos ha marcado y ha que dado en nuestra memoria, pero en realidad han podido pasar años .
Algo que nos ha hecho daño,seguimos sintiendolo tan fuerte, que incluso hacemos dialogo dentro de nuestra mente con él, que nos tortura y  quema toda nuestra energia.¿Por qué no le paramos en cuanto llega?. tenemos armas suficientes para decir :"STOP" ya no me interesa.
Cerrar los ojos, inspirar profundamente varias veces, sentir como el aire llega a los pulmones cada vez más dentro y en cada expiración sacar todo lo que llevamos dentro sin pensarlo.
Despues hacer algo que nos relaje: leer ..escribir....oir música....algo que nos guste.
El ir a pasear sola es un error, pués vuelve el dialogo contigo misma. Si no vas en compañia no lo hagas, te sentirás triste y diprimida.La peor soledad es ver mucha gente a tu alrededor y sentirte sola.
Disfruta de las pequeñas cosas que nos dá la vida, es el mejor elixir, vivirlas y meterlas profundamente en la retina para poder sacarlas cuando se necesitan.
Si tenemos recuerdos, que sean plácidos y no permitamos a ningún dragón, que con sus bocaradas de fuego, destruya nuestra paz, ya que en ello tambíen va nuestra salud.

PARA TODOS Y PARA MI MISMA.

Lucía

miércoles, 22 de febrero de 2012

MARTA

 Estamos en dulce espera,esperamos a Marta.
Una niña querida y deseada,a la que todos ya queremos y deseamos conocer.
Su llegada será al final de primavera cuando las rosas están en plena florescencia.Ella será la rosa más preciosa que este año pueda nacer.
Me la imagino con carita sonrosada,las manitas pequeñas, la boquita entreabierta y...¿los ojos? ¿Qué importa su color! ella tendrá todo el amor.
¡¡¡MARTA TE ESPERAMOS Y TE QUEREMOS!!!

ABUELA LUCÍA





sábado, 5 de noviembre de 2011

                                  FORTALEZA

Es otoño,como tambíen es otoño en mi vida.
Es la estación del cambio,donde los árboles se desnudan.Las hojas toman distintos tonos de color,desde el rojizo al marrón,para al final caer.
De entre todos los árboles he elegido el roble.El roble con los años se fortalece, se hace duro, lucha contra el viento,la sequia,la lluvia,el frio;pero ahí sigue firme, inanovible y cada vez más fuerte.
Yo soy ese roble maduro y fuerte.
De mi tronco salieron unas ramas que hoy son tán robustas que sujetan nidos con pajarillos ruidosos y alegres.Una de las ramas se chascó y nunca ha dejado de salir la savia de ese desgarro ,esperando que a su lado brote un esqueje para que el viejo roble aunque esa cicatriz esté, pueda  sentirse completo.
El roble ya ha pasado la primavera, el verano, ahora está en el otoño.Desea que sea un otoño suave, cálido y largo donde le abonen con cariño para recibir el invierno con tranquilidad y paz.
                              EL DESAMOR

El me robó mi alegria
y las ganas de vivir,
a la vez que me decía
nunca te dejaré ír.

Algún día olvidaré
ésta horrible pesadilla,
y quizás encontraré
una segunda costilla.

Quiero creer en la gente
quiero saber que es amor,
es bueno para la mente
pero me falta valor.
               LA ILUSIÓN

Tengo cinco esquejes
que han nacido del amor,
a todos la virgen protege
y a mí me dán gran valor.

Cuatro son los mayores
y la niña es la menor,
mis nietos son mis razones
y supero el desamor.

Adrian, Alex y Alvaro
empiezan con la Á
Luís, la luz del faro,
y la niña es Eriká.

A todos les quiero mucho
ser abuela es lo mejor,
me gusta mucho el achucho
ellos son mi gran amor.

martes, 18 de octubre de 2011

MI NIÑEZ

Recuerdo cuando iba con mi abuela Antonia a las eras.
Ella iba a "coger para los conejos" y mientras yo recogia claveles y margaritas a la vez que daba volteretas por el verde,era algo que me encantaba.
Después en casa ella me daba una aguja y un hilo largo para hacerme collares y pulseras con las flores.¡Qué orgullosa lucía yo esas alhajas naturales!
Recuerdo a mi abuela con mucho cariño.

Mi abuelo José nos reunia a los nietos para almozar.Mi abuela hacía en un puchero pequeñito de barro a fuego de paja de forma muy lenta sopas de ajo,que al cocinarlas de esa manera se formaba alrededor del puchero una costra que era deliciosa y se llamaban sopas tostadas.(Es algo exquisito)Tambien freía un huevo y todos mojabamos el pan en él,así que a él poco le quedaba.Para mi abuelo y para nosotros era el mejor momento del día, no faltabamos ninguno y no se empezaba a comer hasta que no estabamos todos .Uno de mis primos se quedó con el mote de "sopicas".Mi abuelo siempre le llamaba así.

Desde los 6 a 9 años vivimos en un pueblecito donde había muchas huertas y prados.Yo me escapaba para asar patatas con más niños en la hoguera de los prados,aunque eso me implicaba una buena regañina.

Después estuve interna en el colegio y allí estudié el bachiller y fuí inmensamente feliz,los mejores años de mi vida. El internado fué una experiencia maravillosa.