A MIS PADRES

Cuando pienso en ellos me emociono.Saber que ya no les tengo me produce dolor y tristeza.
Cierro los ojos y veo a mi madre en la cocina pequeña helada de frio:
-¿Cómo puedes estar aquí teniendo la otra cocina?-La decía yo. Ella siempre me contestaba lo mismo:
-¡Qué vá a hacer frio!.
Cuando iba a donde la Eli, siempre con prisa.
Venia de la plaza con esa agilidad que parecía que iba a ser eterna.
¡Qué gran madre!. Ninguno de sus hijos tenía defectos para ella.Siempre tenía una disculpa cuando alguno la fallabamos. Se lo quitaba de la boca para dárnoslo. Era lista como una ardilla, ahorradora como una hormiga, con un caracter fuerte y cariñosa a la vez.
¡¡Y qué abuela!!  ¡¡LA MEJOR!!.
Cuando iban "los madrileños" todo era poco para ellos. Solia decirles:
-Si, si, ahora mucho te quiero abuela, pero cuando sea vieja me llevaís a la residencia. ¡Y así fué!
Ellos nunca la van a olvidar, ha sido y será su abuela del alma.
Cuando la regalaba algo me decía:
-Yo quiero algo que cuesta muy poco y es muy dificil de dar: "cariño". Pienso que no la dimos todo lo que se merecía.
De mi padre digo, que nunca supo demostrarnos que nos quería.Siempre estaba en su papel de padre autoritario y severo. Cuando nos reuniamos estaba como ausente. A mí me gusta recordarle con su gorro de lana cuando traia la leña para "tirar a la calefación".
El aguante del dolor en la enfermedad nos asombró, como él mismo decía:"¡valiente, valiente!".
Él era el pilar que sujetaba a la familia unida, por eso a él desaparecer todo se vino a bajo, las máscaras se cayeron y vimos como eramos cada uno.
El último año estuvo muy pendiente de mí, me preguntaba:
-¿Cómo estás? y me decía "Palante, ¿eh?, palante".
Estoy convencida de que desde donde esté me ayuda y me protege.
Hablo mucho con mi madre.La digo lo mucho que ha cambiado mi vida desde que ella se fué. Sé que sería feliz de verme como vivo ahora.
Todos sabemos lo qué se nos fué con ellos.
Por todo les doy las gracias a los dos.
¡¡Cuánto les echo de menos!!
Siempre en mi corazón.Vuestra hija


                      Lucía